Telas Exteriores

Hace tiempo que se mantiene la tendencia de considerar el exterior de una estancia como un ambiente más para decorar, sin importar su dimensión. Las telas de exterior son tejidos que dan un soplo de aire fresco a las zonas ajardinadas o en contacto directo con el exterior, como las terrazas y balcones, y por esta circunstancia están usualmente asociadas a cierta tensión del tejido.

Muchas telas que se usan para decoración de interiores son aptas para muebles de exterior siempre que tengan el correspondiente tratamiento de resistencia a los rayos solares, al agua y a la intemperie en general.

Leer más

Aunque hay que tener en consideración los fines para los que  se utiliza cada tela para exterior, las telas para muebles de jardín, no necesariamente tienen que ser resistente a la radiación solar. Estos muebles normalmente se suelen apilar o guardar después de su uso. La resistencia a los rayos solares es indispensable solo en telas para toldos.

Sin embargo, hay que prestar atención a la solidez del color de las telas para tapizar muebles de exterior, ya que en algún caso pueden perder su brillo de color después de un tiempo de exposición a la luz solar.

Así también, los muebles de exteriores tienen características particulares, a diferencia de los muebles del interior de un ambiente, ya que deben estar hechos con materiales más resistentes y que soporten altas y bajas temperaturas.

Para los muebles de exterior podemos encontrar una amplia y atractiva variedad de telas para exteriores con diseños y texturas originales y muy creativos, y por supuesto, bien resistentes.

Tipos de fibras en telas para exterior

La fibra acrílica se cuenta entre las más modernas, y la que mejor responde a las exigencias de estar al aire libre. Tiene un excelente aislamiento térmico, cualidad que se busca para toldos y cortinas modernas de exterior.

La fibra acrílica teñida en masa garantiza unos colores brillantes y duraderos, y suelen venir con un tratamiento específico para repeler el agua, por tanto, ésta no impregna el tejido.

El poliéster es una fibra sintética reconocida y apreciada por su resistencia a la rotura. Se utiliza más en la confección de cojines y almohadones para exterior, y no para toldos, pues la exposición intensa a rayos solares degrada su resistencia inicial, y no es aconsejable para un uso a largo plazo.

El polipropileno es una fibra sintética muy atractiva por su bajo coste, pero su color se degrada rápidamente bajo la acción de los rayos solares al tiempo que mantiene un aspecto muy plástico.

El algodón es un material totalmente natural y ha reinado durante mucho tiempo entre las telas para exteriores. Sin embargo, sus colores no resisten los rayos solares, y su fibra absorbe mucha agua, lo que conlleva que la lona de algodón se pudra.

Desde hace unos quince años aparecieron en el mercado las lonas microperforadas, elaboradas a partir de hilo de poliéster o fibra de vidrio de alta tenacidad recubierta de PVC. Se lavan muy fácilmente y resisten muy bien a lo largo del tiempo. Son ideales para toldos pues poseen gran aislamiento térmico, y también para cortinas modernas ya que son tejidos traslucidos por lo que no impiden la visibilidad.

Decorar con telas de exterior

En los espacios abiertos las telas pueden emplearse para relacionar o agrupar elementos por medio de fundas, cojines o almohadones. Así, pueden coexistir diferentes diseños sobre telas estampadas o tejidas, siempre y cuando tengan un fuerte nexo de color y existan zonas neutras, como podría ser un fondo liso.

Las reposeras son la imagen misma del descanso. Por tanto, una colorida lona a rayas combinada con cojines en colores lisos, es ideal para dar una nueva vida a reposeras viejas.

Los muebles de obra son una buena solución para una galería, terraza o jardín, puesto que son limpios, duraderos y se realizan adaptándolos a todo tipo de superficies y espacio disponible. Para volverlos más confortables, podemos añadir en la base un almohadón que la cubra, y agregar cojines en su respaldo para sumar comodidad y movimiento.

Para generar un clima de relax podemos utilizar un tejido de lino, pues éste tiende a arrugarse generando así un ambiente más descontracturado. Además, este tejido es ideal para lugares donde hay niños o existe un contacto constante con el exterior, pues es un material muy resistente.

Un rinconcito a la sombra es fácil de crear con una alfombra de polipropileno y unos cojines mullidos en telas de exterior. Podemos delimitar el ambiente con unos visillos en lino y poliéster.

Cuando la escasez de metros no es un problema se pueden sustituir las tradicionales hamacas por una cama de exterior, que transforme el jardín en un improvisado dormitorio en el que hacer una plácida siesta… o un lugar perfecto para dormir en las calurosas noches de verano.

WhatsApp