Las telas y los tapizados juegan un papel de vital importancia entre los elementos que intervienen en la definición de un estilo en la decoración de interiores. Será entonces necesario elegir los tejidos, tonos y estampados según el efecto que buscamos crear en el ambiente.
Las telas clásicas por tanto aportan a una estancia un estilo decorativo marcadamente tradicional, aunque renovado.
Decoración estilo barroco
En la decoración de un ambiente con un aire barroco, las telas se componen de colores vibrantes, que permiten componer una atmósfera con el rojo intenso o púrpura, rosa, morado o violeta. Siendo un estilo de tendencia, lo encontramos en todas las estancias de la casa para aportar un toque de elegancia, glamour y algo de extravagancia.
El estilo barroco apareció en el siglo XVI en Italia y rápidamente se extendió por el resto de Europa. Sin embargo, vuelve a entrar con fuerza en el siglo XXI y se inspira en el pasado, aunque reinterpretándose de forma contemporánea con nuevos materiales, llamativos colores y motivos decorativos novedosos.
Los tejidos de los accesorios como cojines, telas para cortinas, alfombras, y los tapizados de los muebles como sofá, silla y cabecero de la cama, son excéntricos y decorados con muchos motivos recargados. Este estilo tiene también su propia versión en el revestimiento de paredes, con papel tapiz con estampados adamascados, por ejemplo.
Para una habitación con aires barrocos, conviene combinar la ropa de cama con las cortinas, el cabecero y los candelabros del espejo. El negro brillante, el rosa, el púrpura y el violeta, así como el dorado y plateado son tonos que se suelen mezclar en este tipo de decoración. Bien armonizada, este etilo aporta elegancia y personalidad a la estancia.
Decoración de estilo clásico
Por su parte, el estilo clásico siempre está vigente y no pasa de moda, por lo que es una excelente opción para decorar si no apetecen estilos muy modernos.
El estilo clásico ensalza la historia del mueble antiguo. Se trata de una decoración tradicional, elegante y cálida, opuesta al minimalismo. El sofá chester tapizado en terciopelo y la silla Luis XV son los muebles más representativos de este estilo.
Las telas clásicas para decoración también aportan a un estilo clásico renovado, que se constituye en un punto medio entre el estilo tradicional y el contemporáneo. A diferencia del estilo tradicional, la paleta de colores de este estilo es neutra, y el énfasis decorativo se hace en pequeños objetos y tapicerías.
Para un dormitorio de estilo clásico afrancesado, se puede optar por colores claros y toques dorados en combinación con la cortina, el tapizado del cabecero y una banqueta tapizada a los pies de la cama.
Las telas clásicas son también un recurso excelente para recuperar muebles heredados de línea clásica o barroca. Si la madera está en buen estado o necesita un mínimo mantenimiento, se puede conservar las señas de identidad del mueble con un tapizado renovado, en la misma línea del estilo del mueble, y quedará como nuevo.